Los vecinos de Lavalle y avenida Colón claman por seguridad mientras el comisario dice que no lo dejan hablar

Miércoles 01 de Junio de 2016, 06:28




El lunes a la madrugada, alguien entró a la empresa La Virginia, ubicada en Lavalle al 2.300 y se llevó dos cajas fuertes. En esa zona todos los comerciantes consultados dijeron haber sufrido al menos un asalto en la zona y que, cuando cae la noche, prefieren poner llave y volver a abrir o a salir cuando sale el sol.

Los únicos que no quisieron hablar fueron las personas que trabajan en la empresa que sufrió el último robo durante el fin de semana. “Les pido disculpas, pero siempre tuvimos un bajo perfil y preferimos no decir nada”, dijo uno de ellos.

Fuentes policiales confirmaron que en las cajas robadas no había mucho dinero, ya que antes de que terminara la semana un camión de caudales había retirado el efectivo.

Los otros consultados sí hablaron. Con miedo y con bronca, pero con la idea de dar a conocer la situación del lugar. Todos prefirieron mantener su apellido bajo reserva. “A mí me robaron tres veces en dos años. Una vez incluso me gatillaron dos veces en la cabeza. Es horrible la zona, no hay horarios para los asaltos. Dan vueltas en moto y al que agarran mal parado, le roban”, explicó José, un comerciante que tiene su negocio muy cerca de La Virginia.

“Vivimos enrejados. A mí me robaron el celular en la puerta de la casa. Todas las semanas hay asaltos. Y los ladrones andan bien vestidos. No te das cuenta de que te van a robar hasta que los tenés encima”, dijo Fabiana, vecina de la calle Lavalle.

A pocos metros, sobre la avenida Colón, hay un drugstore que fue asaltado hace dos semanas. Lo increíble es que durante ese terrible momento hubo tiempo para la pedagogía. “Eran dos. El más chico estaba nervioso. El otro le pasó el arma y le dijo cómo tenía que apuntarle a mi compañero, en la cabeza. Parece que le estaba enseñando”, relató Gabriel, empleado del lugar.

En tanto, en la heladería que está al lado se produjo un asalto hace dos semanas y la empleada, con mucho miedo, renunció. “La golpearon, la encañonaron y la manosearon”, contó Gabriel, otro empleado.

El jefe de la Seccional 3°, comisario Miguel Jiménez, se excusó de referirse a este tema, puesto que sus superiores no los autorizan a realizar declaraciones a la prensa.
 

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/684362/policiales/todas-semanas-hay-asaltos.html