"En Tucumán no hubo elecciones": por Roberto Toledo y Arnaldo Ahumada

Jueves 27 de Agosto de 2015, 22:05




JOSE ROBERTO TOLEDO (Profesor titular Cátedra B de Teoría del Estado - UNT) y ARNALDO AHUMADA (Profesor titular Derecho Civil IV- Reales - UNT)
Para CONTEXTO

    Durante doce años éste Gobierno en vez de consolidar las libertades y la democracia recreando las condiciones generales para el desarrollo individual, moral y material de los ciudadanos, se ha ocupado en forma obsesiva en construir cadenas de hierro y vínculos de sometimiento humillante.

    Así ha instaurado en los sectores más vulnerables de la sociedad, especialmente en el empobrecido Este un régimen perverso de dominación mediante la obscena utilización de los recursos del estado, que en forma artera, han sido presentados como dádivas que se disciernen personalmente y que en consecuencia  generan obligaciones de correspondencias y puede ser quitados a sola voluntad.

    En vez de promover hombres libres se han dedicado a promover prácticas limitativas de la libertad.

    Y después , para cerrar el círculo de infinito cinismo, hablan de la fiesta de la democracia o el respeto al voto popular, cuando el realidad los únicos que han embestido contras las libertades, las dignidades y las conciencias son aquellos que en forma impúdica han hecho de los recursos del Estado ( planes, subsidios, dineros, cargos, jubilaciones, dádivas, acarreos, compra de votos, etc.) el instrumento más bastardo e inmoral para sojuzgar al prójimo, devastarlo moral y materialmente y tenerlo bajo su poder y designios.

    Indigna la muletilla cínica con que se expresan pretendiendo constituirse en adalides de la voluntad popular cuando en realidad son inmorales aprovechadores de una generalizada situación de dependencia, fruto de carencias infinitas, que ellos mismos se encargan de que persistan  porque de ese modo aseguran su perdurabilidad en el poder.

    Ya lo venimos diciendo:

    La fórmula infame es: Gobierno= caja o dádivas = sometimiento a sectores vulnerables= eliminación de libertades y conciencias individuales = no democracia.

    Esto es lo que está en juego. La existencia y vigencia misma de la democracia y de los principios liminares que garantizan la libertad del sufragio.
El enorme fraude electoral vigente en la provincia ha conmocionado hasta límites insospechados a la sociedad tucumana que no está dispuesta a tolerar ni naturalizar lo patológico, abyecto e infame.

    Vamos ordenando algunos conceptos para no escandalizarnos.

    En la Provincia la JEP ha dictado sendas resoluciones estableciendo las prácticas prohibidas e instruyendo a los veedores a impedir su concreción. Ejemplo de ello es la resolución nº 961/15 del 10-07-15. Todas esas maniobras y mucho más han sido  sistemáticamente cometidas por el FPV.

    Desde urnas precargadas (una por lo menos fue detectada, pero imposible saber cuántos cientos corrieron la misma suerte) hasta un aceitado  mecanismo de acarreo de votantes en un sistema complejo de entrega de dádivas materiales (dinero o bolsones, o ambas cosas) y de cualquier otra naturaleza imaginable (planes, obras sociales)  y todo dentro de un contexto de infame coacción, sobre todo en el Este provincial donde cada delegado comunal o candidato del oficialismo se encargaron desde hace varios día de “disciplinar” y direccionar los votos, anulando todas libertad de conciencia fruto de las necesidades insatisfechas de los ciudadanos más vulnerables. Recuérdense las amenazas del legislador “gallito” Gutierrez de quitarles los beneficios a quienes no los voten.

    La situación alcanzó niveles paroxísticos de degradación cuando las facciones del FPV, enceguecidos por conservar a todo trance sus privilegios, cometieron actos que nos avergüenzan  en el mundo; han quemado urnas, votos y escuelas. Han agredido a las fuerzas del orden. Han baleado sedes y domicilios particulares.

    Acá hubo un inequívoco y descomunal fraude electoral. Debe entenderse por fraude la conducta por la cual, a través del engaño, la manipulación, la falsificación, la distorsión, el despojo, la elusión, la obstrucción o la violencia, ejercido en cualquier fase del proceso electoral, se busca impedir la celebración de elecciones periódicas, libres y equitativas, o bien afectar el carácter universal, igual, libre y secreto del voto ciudadano. El fraude constituye un atentado contra la libertad electoral (falta de equidad y de competitividad) y la transparencia de los comicios, destinado a distorsionar deliberadamente el ejercicio libre del sufragio y, por ende, la directa manifestación de la voluntad popular en las ánforas.

    En el caso de esta Provincia se trata de un fraude estructural, que se materializa en el tiempo y actúa en forma permanente, intensificándose en el acto comicial.

    Por mucho menos de lo que pasó en el Este provincial eL 06/01/2001 se anularon las elecciones en Tailandia por haberse constatado compra masiva de votos y haberse violentado la libertad esencial del sufragio.

    En Tucumán ha sucedido lo bochornoso y lo inimaginable: en una orgia desenfrenada de soberbia, dispendio y humillación que un régimen feudal logró imponer a una casta política que con manejo espurio de los fondos públicos, se ha intentado el vasallaje de los sectores vulnerables. Nos apresuramos a decir que no son éstos los culpables de tamaña aberración.

    Sus infinitas carencias materiales les impiden la libertad de conciencia.

    Culpables es esa horda desaforada de oportunistas, inescrupulosos e  inmorales que se han apoderado del Estado para el exclusivo beneficio personal y han enterrado la democracia para posibilitar el usufructo permanente del poder mal habido y de los bienes hurtados.

    Y esos hablan de democracia...

    ¿O es acaso democracia - que implica respetar al ciudadano en su libertad de conciencia - gastar millones en alquiler de autos para acarreo de votantes?

    ¿Es acaso democracia, que implica respetar la dignidad del otro, distribuiir bolsones, dinero (que obviamente no sale de sus bolsillos) y desplegar múltiples e inimaginables formas de sojuzgamiento?

    ¿Es acaso democracia haber sustituido a los viejos militantes por las ideas por los modernos mercenarios punteriles para conformar equipos de choque y de intimidación infame?

    ¿Es acaso democracia gastar millones de pesos en afiches, propagandas, y movilizaciones, todos recursos provenientes del erario público, cuando en forma simultanea ese mismo dinero es el que se le retacea a los jubilados que esperan resignados y llenos de carencias el final de su existencia, a la que se ha apostado sin pudor ni rubor?

    ¿Es acaso democracia falsificar urnas, robar votos, quemar escuelas, destruir boletas, y aplicar cuanto mecanismo infame pueda imaginarse para entorpecer la libre elección del sufragante?

    Literalmente han pervertido la democracia y la han pulverizado hasta niveles de extinción esencial. Quedan solo las formas vacías y solo queda el cinismo infinito de quienes habiendo pergeñado semejante infamia pretendan hablar de democracia, de respeto de la voluntad popular y de la fiesta de las urnas.

    Hemos llegado a un punto de hastío extremo.

    Pero lo sucedido éste domingo es sólo la consumación de una maquinación perversa que parte de dos hechos fundamentales: uno, un obsceno incumplimiento de la manda constitucional que ordenó la implementación del voto electrónico, y otro, la construcción de un sistema electoral inédito que ha sido pensado y ejecutado para retroalimentar la permanencia en el poder con el uso del denunciado mecanismo de gobierno = caja = aparato = prácticas clientelares abyectas = NO DEMOCRACIA.

    Por eso podemos afirmar que no hubo elecciones libres en la provincia.

    Por todo ello, y previo informe de todos los veedores que la propia  junta ha desplegado en las secciones Este y Oeste de la Provincia sobre la violación a las prácticas y conductas prohibidas en Resoluciones 961/15 de fecha 10/07/2015 Y 971/15 de fecha 14/08/2015, de las que da cuenta la documentación adjunta, que proporcionada por fiscales y ciudadanos, debe  proceda sin mayor sustanciación y cumpliendo la obligación republicana esencial de preservar la vigencia de la Constitución y sus principios, a ANULAR todas aquellas mesas pertenecientes a los sectores donde el día del comicio o en el contexto temporal  de degradación al que hicimos referencia se hayan cometido tan deplorables ilícitos. Tal declaración de nulidad insalvable deberá efectuarse en base a los fundamentos expresados y a los claros precedentes jurisprudenciales como el célebre caso “Polino” citado por la propia Junta y en estricto cumplimiento de los derechos consagrados y garantizados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La acreditación de hechos públicos y notorios se satisface plenamente con la referencia a los titulares de los diarios de circulación nacional y de la provincia de Tucumán, con especial mención a los cientos de testimonios gráficos y escritos que nos brindan las redes sociales y que son de público acceso. Hay filmaciones impactantes de las desmesuras ocurridas.

    Los tucumanos, tanto los que votaron libremente como los que no lo pudieron hacer por culpa de estos cachafaces, nos merecemos vivir en democracia y como este régimen la ha aniquilado, nos merecemos restaurarla.